Mención Honrosa Santiago Centro

Flor de León

Querida Gabriela:

Te imagino aquí sentada conmigo con una taza entre las manos.

El agua hirviendo el vapor subiendo de a poco. y yo tratando de no emocionarme demasiado.

Hay tanto que quisiera contarte.

Sabes Gabriela A veces Santiago me pesa. No la ciudad en sí, sino el ritmo, la prisa, esa sensación de

estar siempre corriendo.

Y me pregunto cómo lo habrías vivido tú con ese fuego por dentro con esa ternura herida tuya y esa

claridad valiente que tanto te caracterizaba.

Hoy pensé en ti mientras miraba el jardín.

Vi una flor que se abre despacito como si supiera que mostrarse también es arriesgarse.

Y pensé que así andamos muchas mujeres hoy abriéndonos con cuidado, con historia, con raíz.

Gabriela. si supieras cuántas seguimos buscando cobijo en tus palabras.

Pero no solo eso. Buscamos fuerza también, referentes, permiso para ser todo lo que somos tiernas y

bravas, agotadas y radiantes, solas y llenas.

Yo por ejemplo soy artista. Pinto, canto, escribo cuando me duele y cuando me nace.

También soy mamá. Y sé lo que es sostener el mundo desde el cuerpo y desde el alma.

A veces no sé si estoy criando hijos o esperanzas.

Tú hablaste de la tierra del dolor de los niños y de la patria como si todo eso fuera una sola cosa.

Y hoy en este tiempo donde todo parece romperse o separarse tus palabras siguen cosiendo lo invisible.

A mí me han sostenido cuando nadie entendía cómo sentía, cómo miraba, cómo hablaba.

Gracias por eso.

Una vez escribiste:

“tengo miedo de estar en esta vida con el alma desnuda entre la gente”

Y créeme a veces yo también.

Pero luego pienso en ti y se me pasa un poco. Porque saber que tú también tuviste miedo.

Pero igual hablaste, igual escribiste, igual luchaste me da valor.

Si te tuviera un rato más te preguntaría cómo hiciste para seguir cuando nadie te abrazaba.

Te contaría que muchas todavía nos sentimos fuera de lugar pero que tu voz nos acompaña nos da fuerza

para seguir creando, criando, resistiendo.

Y te diría que no estás sola en la memoria.

Estamos aquí.

Desde esta ciudad ruidosa desde nuestras maternidades desde nuestras luchas silenciosas.

Caminando tras tus huellas con los pies cansados pero firmes.

Gracias por decir lo que muchas no podían.

Gracias por no callar lo profundo.

Gracias por abrir camino.

Con el alma y el café caliente,

Flor de León


Autor: 
Flor de Lourdes Alvarado

Sede:
Santiago Centro