Las Marías lo lograron: a los 64 años estudiaron juntas y ahora trabajan en el mismo hotel
Las Marías lo lograron: a los 64 años estudiaron juntas y ahora trabajan en el mismo hotel Desde la pandemia, los alumnos mayores de 40 casi se duplicaron en nuestra educación superior Las Marías lo lograron: a los 64 años estudiaron juntas y ahora Ambas acaban de titularse como técnicas en gastronomía en Copiapó.
No se conocían de antes. Recién se encontraron en una clase de matemática de la carrera Técnico de Nivel Superior en Gastronomía de Inacap, que ambas entraron a cursar en Copiapó.
"Dije 'por fin una compañera de mi misma edad", pensé que iba a ser la única", recuerda María Segovia, de 64 años. "Nos pusimos a comadrear y de ahí no nos soltamos nunca más", agrega María Cuello, también de 64 años.
Desde ese momento se volvieron inseparables, como lo demostró una nota que les hicieron el año pasado en TVN Red Atacama, donde quedaron bautizadas para la posteridad como "Las Marías".
"Le decía 'oye María, ¿por qué nos hacen clases de inglés, matemática, administración de empresas, si nosotros solamente veníamos a estudiar repostería?"; la María me decía "yo pienso lo mismo"", cuenta riendo María Segovia, quien antes de entrar a la carrera era dueña de casa y no manejaba en profundidad el arte culinario: "Hasta las sopaipillas me salían como palo", confiesa.
"No fue fácil. Aunque algunos me dijeran que era muy vieja para estudiar, yo pensaba 'voy a seguir adelante y tengo que terminar"", comenta. Ella partió desde cero, pero con la idea firme de aprender repostería para poner su propio local. Sus 10 hijos, 19 nietos y un bisnieto la apoyaron en la decisión. Además, le ayudó mucho que obtuvo la gratuidad, asegura.
El beneficio también resultó crucial para que María Cuello se decidiera a entrar a la carrera. Casi tanto como el apoyo que le dio su amiga, recuerda. "Fue la María la que me dijo que pidiéramos ayuda en matemática, que era el ramo más complicado. Lo hicimos y nos dieron ayuda para nivelarnos", destaca.
La complicidad se extendió después a la cocina. Por ejemplo, en las Fiestas Patrias de 2024 se inscribieron como dupla en un concurso de empanadas copiapinas, con ingredientes locales, donde participaban otras instituciones y varios locales de comida de la ciudad. Salieron terceras con su empanada de carne de cabrito. El pino y la masa los fueron mejorando gracias a los consejos de sus propias familias que, previo al concurso, actuaron como catadores de la receta.
Como no podía ser de otra manera, las amigas realizaron juntas su práctica en un hotel de cuatro estrellas en Copiapó. Al terminarla, les pidieron a las dos que se quedaran trabajando.
"Mis compañeros de trabajo me tratan de igual a igual, no hay preferencia porque tengo más edad. Yo tomo los bidones de agua, las ollas las pongo a la cocina, todo", dice María Segovia. "Tengo que hacer los mise en place (organizar los ingredientes y utensilios antes de empezar a preparar), ayudar a hacer los postres, los brownies; en cocina, ayudar a preparar ensaladas, lavar las verduras, picar frutas, ir a bodega. Estoy contenta, me gusta ir a trabajar", comenta.
La semana pasada las Marías recibieron -al mismo tiempo su título. Para María Cuello, quien no pudo terminar el colegio de joven y sacó cuarto medio ya mayor, fue un momento de mucha felicidad. "Nunca pensé que iba a llegar hasta el final de la carrera, pensaba que no iba a terminar, que me iba a ir mal en algún ramo, pero gracias a Dios y a la María, que nos pusimos las pilas las dos, lo logramos".
Al alza. Según el informe de matrícula 2024 del Mineduc, ese año la matrícula de alumnos mayores de 40 años en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica se incrementó en 7.800 alumnos en comparación al 2023.
El documento asocia esta alza principalmente al aumento de personas que toman programas a distancia, online o no presenciales. Casi 48% de los matriculados en este tipo de cursos tienen 35 años o más, afirma el documento.
Si se toman los datos del total de matrícula en educación superior a contar del 2020, se registra que desde la pandemia hasta hoy los alumnos mayores de 40 años pasaron de 50.262 a 90.396 (ver tabla).
"En ambos tipos de programas -el pregrado y la educación continua, que son diplomados y certificaciones vemos crecientemente un mayor número de personas de más edad, que tienen el interés en sacar un título o en capacitarse", confirma Lucas Palacios, rector de Inacap.
"En los últimos cuatro años los estudiantes de más de 30 años han aumentado del 6% al 14% de la matrícula de Inacap. A la fecha, tenemos más de 4.500 estudiantes de más de 40 años, y casi mil de más de 50 años.
Este último grupo vimos un crecimiento de 185% de la matrícula 2025 respecto al 2024; hay un crecimiento explosivo de personas que tienen más edad y toman la decisión de estudiar", afirma. "En general estudian en el vespertino, porque durante el día muchos de ellos trabajan, y también estudian de manera remota", concluye el rector.
Fuente: Las Últimas Noticias

Las Marías lo lograron: a los 64 años estudiaron juntas y ahora trabajan en el mismo hotel Desde la pandemia, los alumnos mayores de 40 casi se duplicaron en nuestra educación superior Las Marías lo lograron: a los 64 años estudiaron juntas y ahora Ambas acaban de titularse como técnicas en gastronomía en Copiapó.
No se conocían de antes. Recién se encontraron en una clase de matemática de la carrera Técnico de Nivel Superior en Gastronomía de Inacap, que ambas entraron a cursar en Copiapó.
"Dije 'por fin una compañera de mi misma edad", pensé que iba a ser la única", recuerda María Segovia, de 64 años. "Nos pusimos a comadrear y de ahí no nos soltamos nunca más", agrega María Cuello, también de 64 años.
Desde ese momento se volvieron inseparables, como lo demostró una nota que les hicieron el año pasado en TVN Red Atacama, donde quedaron bautizadas para la posteridad como "Las Marías".
"Le decía 'oye María, ¿por qué nos hacen clases de inglés, matemática, administración de empresas, si nosotros solamente veníamos a estudiar repostería?"; la María me decía "yo pienso lo mismo"", cuenta riendo María Segovia, quien antes de entrar a la carrera era dueña de casa y no manejaba en profundidad el arte culinario: "Hasta las sopaipillas me salían como palo", confiesa.
"No fue fácil. Aunque algunos me dijeran que era muy vieja para estudiar, yo pensaba 'voy a seguir adelante y tengo que terminar"", comenta. Ella partió desde cero, pero con la idea firme de aprender repostería para poner su propio local. Sus 10 hijos, 19 nietos y un bisnieto la apoyaron en la decisión. Además, le ayudó mucho que obtuvo la gratuidad, asegura.
El beneficio también resultó crucial para que María Cuello se decidiera a entrar a la carrera. Casi tanto como el apoyo que le dio su amiga, recuerda. "Fue la María la que me dijo que pidiéramos ayuda en matemática, que era el ramo más complicado. Lo hicimos y nos dieron ayuda para nivelarnos", destaca.
La complicidad se extendió después a la cocina. Por ejemplo, en las Fiestas Patrias de 2024 se inscribieron como dupla en un concurso de empanadas copiapinas, con ingredientes locales, donde participaban otras instituciones y varios locales de comida de la ciudad. Salieron terceras con su empanada de carne de cabrito. El pino y la masa los fueron mejorando gracias a los consejos de sus propias familias que, previo al concurso, actuaron como catadores de la receta.
Como no podía ser de otra manera, las amigas realizaron juntas su práctica en un hotel de cuatro estrellas en Copiapó. Al terminarla, les pidieron a las dos que se quedaran trabajando.
"Mis compañeros de trabajo me tratan de igual a igual, no hay preferencia porque tengo más edad. Yo tomo los bidones de agua, las ollas las pongo a la cocina, todo", dice María Segovia. "Tengo que hacer los mise en place (organizar los ingredientes y utensilios antes de empezar a preparar), ayudar a hacer los postres, los brownies; en cocina, ayudar a preparar ensaladas, lavar las verduras, picar frutas, ir a bodega. Estoy contenta, me gusta ir a trabajar", comenta.
La semana pasada las Marías recibieron -al mismo tiempo su título. Para María Cuello, quien no pudo terminar el colegio de joven y sacó cuarto medio ya mayor, fue un momento de mucha felicidad. "Nunca pensé que iba a llegar hasta el final de la carrera, pensaba que no iba a terminar, que me iba a ir mal en algún ramo, pero gracias a Dios y a la María, que nos pusimos las pilas las dos, lo logramos".
Al alza. Según el informe de matrícula 2024 del Mineduc, ese año la matrícula de alumnos mayores de 40 años en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica se incrementó en 7.800 alumnos en comparación al 2023.
El documento asocia esta alza principalmente al aumento de personas que toman programas a distancia, online o no presenciales. Casi 48% de los matriculados en este tipo de cursos tienen 35 años o más, afirma el documento.
Si se toman los datos del total de matrícula en educación superior a contar del 2020, se registra que desde la pandemia hasta hoy los alumnos mayores de 40 años pasaron de 50.262 a 90.396 (ver tabla).
"En ambos tipos de programas -el pregrado y la educación continua, que son diplomados y certificaciones vemos crecientemente un mayor número de personas de más edad, que tienen el interés en sacar un título o en capacitarse", confirma Lucas Palacios, rector de Inacap.
"En los últimos cuatro años los estudiantes de más de 30 años han aumentado del 6% al 14% de la matrícula de Inacap. A la fecha, tenemos más de 4.500 estudiantes de más de 40 años, y casi mil de más de 50 años.
Este último grupo vimos un crecimiento de 185% de la matrícula 2025 respecto al 2024; hay un crecimiento explosivo de personas que tienen más edad y toman la decisión de estudiar", afirma. "En general estudian en el vespertino, porque durante el día muchos de ellos trabajan, y también estudian de manera remota", concluye el rector.
Fuente: Las Últimas Noticias